Descripción
Desde sus inicios, la epidemia de VIH se ha vinculado al comportamiento homosexual. Existen factores de vulnerabilidad como la vulneración de los derechos humanos, la falta de representatividad política, la marginalidad y la pobreza que inciden en esta situación. Las altas tasas de prevalencia en este sector de la población han contribuido a que el estigma y la discriminación asociados a la infección persistan. Adicionalmente, a efectos de mantener la salud, la disciplina médica coadyuva en la generación de unos dispositivos de control y de sometimiento sobre los hombres homosexuales que los vincula a la categoría de peligrosos o enfermos. Apoyado en la biopolítica, el presente trabajo explora cómo los discursos disciplinares que se construyen ―desde la institucionalidad médica y desde la misma salud pública―, acerca de homosexualidad y sida, pueden no contribuir a los propósitos preventivos. Por lo mismo, se invita a que desde la bioética se reflexione acerca de tales discursos y se estudien las formas como se sataniza, medicaliza o criminaliza el cuerpo de los homosexuales.
Tras un análisis sobre como el sida aparece como instancia de poder y como los discursos biomédicos influyen en la construcción del cuerpo homosexual, apoyado en autores como Foucault y Levinas, el trabajo apunta a cómo construir una esencia del ser homosexual desvinculada del sida. La respuesta solidaria a la epidemia, el cuidado mutuo y la real preocupación por un otro, se presentan como formas de combatir el imaginario social que percibe la homosexualidad como algo enfermizo o anómalo.