Aunque es bien conocido que un ambiente de respeto y confianza favorece el aprendizaje, el maltrato sigue siendo un comportamiento frecuente en las facultades de medicina. Esta conducta suele ser aceptada y justificada en todos los niveles de la práctica médica, desde los estudiantes y profesores, hasta los mismos pacientes y se considera como inherente a la cultura hospitalaria.Este artículo revisa el maltrato en la educación médica y pone en evidencia la falta de formación docente en pedagogía y didáctica así como las características propias del entorno hospitalario como dos posibles causas de su perpetuación.