La actualidad de la encamación del Hijo de Dios está en el celltro de la problemática de «lo político». Ésta es el cuerpo social que permite la comunicación del Espíritu que habita al ser humano. El pueblo de Israel buscó a lo largo de su historia un determinado orden económico, político, social y cultual que diera forma estructural a su particular experiencia de Dios y la manifestara adecuadamente a sí mismo y a los otros pueblos. En ese orden de cosas social que se buscó conscientemente, ya través de los vaivenes del acontecer humano, se fue manifestando Dios a Israel y se lo fue percibiendo como aquel que quiere hacer comunión histórica concreta con el hombre. Jesús es el culmen de esa búsqueda de comunión y, junto con la comunidad de sus discípulos, se ubica en la misma línea de sus antepasados al tratar de edificar a Israel escatológico caracterizado por ser una comunidad de hermanos, familia presidida por el único Padre que es Dios.