El estudio de mecanismos reparadores o de justicia restaurativa a lo largo de la
historia ha sido tema común y corriente en las diferentes civilizaciones. Puede
tomarse como punto de partida el Código de Hammurabi elaborado hacia el año
1792 A.C., el cual entre sus disposiciones consagró lo que se conoce como la Ley
del Talión, cuyo objeto principal era castigar a quien cometió un determinado
crimen o acto dañoso, aplicándole una pena de igual naturaleza a la del daño
causado con su actuación. Es decir, se trataba básicamente de un tema de
venganza con el tradicional lema “ojo por ojo, diente por diente”.