Description
Se dice que el lenguaje necesita un receptor para su existencia. Como personas, pensamos que somos los únicos que cumplimos con esa función, y constantemente ignoramos que existen cuerpos iguales (o más) sensibles, capaces de portar esas partituras de tiempo, de espacio, de impulsos desapercibidos, de procesos. Me comunico a través de la arcilla, desde su materialidad. Al empezar esa conversación, se convierte en un cuerpo portador y emisor de otra conversación completamente nueva, mostrando así la volatilidad y el movimiento de sí misma y del lenguaje, construyendo una relación entre los cuerpos y evidenciando el origen de todo lenguaje: el contacto.