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Liberando fronteras lingüísticas : propuesta pedagógica de enseñanza del español como segunda lengua para la población femenina no hispanoparlante en la Cárcel y penitenciaría con alta y media seguridad para mujeres de Bogotá
En el imaginario colectivo se ha dado por sentado que las reclusiones son el lugar más adecuado para “corregir” la falta grave cometida en un crimen. Por ello se aísla, se castiga y se normaliza el hecho de tener a una persona –como yo– encerrada en un ambiente con condiciones inhumanas, alejada de sus familiares y su comunidad, al tiempo que se les niega en muchas ocasiones la posibilidad de defender sus derechos. Esta situación se complejiza para las mujeres no hispanoparlantes en la Cárcel y Penitenciaría con Alta y Media Seguridad para Mujeres de Bogotá, para quienes su “crimen lingüístico” es no hablar español y no tener la posibilidad de aprenderlo, puesto que estos recintos no cuentan con un programa para el aprendizaje del mismo. Parto de la comprensión de que la lengua, como forma de expresión, constituye uno de los vehículos –si no, una forma esencial– que nos permite mostrar quienes somos, identificarnos como una en el mundo, expresar nuestras experiencias y relacionarnos, de modo que la imposibilidad de hablarla se traduce en un castigo comunicativo.
Es por esto que en este trabajo de grado elaboré una propuesta pedagógica para el aprendizaje de español como segunda lengua con enfoque intercultural e interseccional para las mujeres no hispanoparlantes privadas de la libertad en el citado contexto a través de las comunidades de práctica (grupos involucrados en procesos colectivos de aprendizaje) de la reclusión, realizada a partir del insumo obtenido mediante entrevistas semiestructuradas con Luna, mujer embera y Emma canadiense, no hispanoparlantes. En la metodología combiné varios enfoques de investigación con el fin de recolectar las experiencias y necesidades lingüísticas de las mujeres en la reclusión. A partir de ello concluí que hay un desconocimiento, principalmente por las funcionarias de la reclusión, de las necesidades lingüísticas de las mujeres no hispanoparlantes. Así como, que las mujeres no hispanoparlantes se sienten desidentificadas debido a las imbricaciones generadas por estar privadas de la libertad y no tener herramientas lingüísticas para expresarse. Esta propuesta pedagógica busca entonces contribuir a subsanar dichas carencias.