Al ser existencial, el discurso teológico posee unas implicancias sobre los modos de ser y de vivir y, por tanto, sobre las prácticas cristianas. Este artículo pretende abordar el asunto de la relevancia pragmática como condición de posibilidad para la significación del discurso teológico. Primero plantea las exigencias prácticas que recibe la teología en el debate público actual. En segundo lugar plasma las bases de esta comprensión teológica, que se hallan en el Dios revelado como palabra y como acto. En tercer lugar, desarrolla las características discursivas y prácticas de la teología. Finalmente, esboza los desafíos que surgen de la reflexión teológica sobre la fe como práctica cotidiana dirigida a un Dios que es amor misericordioso, liberador, transformador.