Descripción
Pareciera ser que ha fracasado la política de empleabilidad, pues existe desem- pleo en especializados, profesionales, tecnólogos, técnicos y las medidas de inter- vención social para hacer que las personas alcancen las condiciones necesarias para acceder a un empleo sostenible no son suficientes.
Aun así, las políticas de generación de ingresos del Gobierno Nacional Colom- biano están diseñadas para incrementar el potencial productivo de la población po- bre extrema y desplazada, potenciando sus capacidades y creando las oportunida- des para que puedan acceder y acumular activos necesarios para alcanzar la esta- bilización socioeconómica. Estas políticas tienen dos componentes: empleabilidad y emprendimiento, la presente investigación trata sobre empleabilidad.
Las políticas de empleabilidad están diseñadas a partir de la formación de las personas, entendido esto, como una dotación de capital humano que el aparato educativo diseña en configuración al aparato productivo, con el objetivo de que las personas tengan la formación que el aparato productivo requiere, y así, aumentar la productividad a través del esquema de la empleabilidad. Por su parte el emprendi- miento surge a través del fortalecimiento del capital humano e incentivos de capital semilla o microcrédito.
La política de empleabilidad es una política activa del mercado del trabajo, que se fundamenta en el fortalecimiento del capital humano y la flexibilización laboral, para la creación de estrategias de intervención social a través de la cualificación de mano de obra, que se supone, debe ser insertada a un mundo laboral sin rigideces.
Este esquema de mercado laboral sin rigideces o “flexibilizado”, ha derivado en el uso de empleos atípicos, por ejemplo, nuevas formas de trabajo a domicilio, trabajos por turno, trabajos por días, trabajo a tiempo parcial, salarios por debajo del mínimo vital; arreglos individuales entre trabajador y empleador, que como resultado, ha dejado un sistema de protección quebrado.
Aun así, países como Colombia, Chile, México, Argentina, han reforzado y sofis- ticado la implementación de diversos programas orientados al fortalecimiento de estrategias de empleabilidad como la intermediación laboral, capacitación de mano de obra, programas de formación para el empleo a grupos focalizados, intermedia- ción laboral, asistencia y orientación vocacional, subsidios al empleo, etc., las cuales presentan débiles resultados en términos de inserción laboral.
Sumado a lo anterior, se ha identificado que la concepción teórica sobre el desa- rrollo a través del fortalecimiento al capital humano, tiene deficiencias en la medida que presenta principios de exclusión social y desigualdad ante el contexto laboral, en aspectos como: apariencia física de los competidores, edad, nivel educativo, perfiles laborales, tiempos en la formación, estigmatización de grupos desfavoreci- dos o vulnerables que encuentran diversos impedimentos debido a factores étnicos, de género como grupos LGBTI, de discapacidad, de salud como portadores del VIH, inmigrantes, expresidiarios, extoxicómanos, excombatientes, etc.
Es así que las estrategias de empleabilidad, buscan a través de capacitaciones pertinentes aumentar el capital humano, así, como la capacidad de adaptación al entorno laboral y conectar la población formada a través de un mercado específico y flexibilizado de trabajo; Esperando de esta manera, facilitar la consecución de em- pleo y aumentar las oportunidades de la población pobre extrema y/o desplazada
para incorporarse de manera efectiva al mercado laboral. No obstante, el gobierno de Colombia durante la administración Santos (2010 – 2018) aplicó programas de empleabilidad amparados en el planteamiento que a mayor acceso a conocimiento y desarrollo de habilidades mayor es la capacidad del individuo para emplearse en un mercado laboral flexibilizado, pero estas iniciativas han tenido resultados débiles que de fondo no garantizan sostenibilidad en los empleos. Sumado a lo anterior, lo que se observa es que no necesariamente las personas convocadas acceden a estos procesos, los que deciden participar generalmente no los terminan, los que los terminan no necesariamente quedan empleados y los que quedan empleados acceden a precarios contratos temporales, flexibilizados que no garantizan sosteni- bilidad en el tiempo.
Lo anterior conduce la formulación de la pregunta por ¿Cuáles factores afectan la política de empleabilidad en Colombia?
Algunos autores como Rosanvallon, Pérez, Novick, Castel y otros plantean que el malestar social está asociado a la pauperización del empleo, el desempleo ma- sivo, la incertidumbre sobre el futuro y no a la falta de capital humano, sugiriendo la necesidad de una reestructuración estatal frente al fracaso de la política de empleo, exponiéndose la falsa relación entre acumulación de capital humano y generación de ingresos como la única forma en que se puede romper el ciclo de la pobreza.
Esta situación ha demostrado visibles puntos débiles de la política de empleabi- lidad, que han impactado a la familia la cual debe suministrar la protección social que se pierde con la exclusión del mercado laboral.
Vastos sectores de la economía ante la crisis del empleo caen en la informalidad, no como un fenómeno nuevo en América Latina, sino como única alternativa de
participación económica y fuente importante de acceso a ingresos para la familia, eximiendo al Estado de proveer de forma colectiva condiciones de bienestar social.
Los excluidos del mercado laboral están obligados a depender de la familia, lo que a su vez, limita la capacidad del grupo familiar a ahorrar para futuras catástrofes sociales, vulnerando la capacidad de protegerse contra una crisis prolongada. Estas nuevas desigualdades afectan más bien a las familias jóvenes y al bienestar de sus niños. Los bajos salarios y el empleo precario se concentran en adultos jóvenes y, por tanto, un creciente porcentaje de niños viven en hogares “frágiles”.
Es así que la crisis convierte a la familia en la única institución de protección social frente a los eventos traumáticos, haciéndose cargo de niños, adultos desem- pleados, ancianos, enfermos y personas con discapacidad. La familia termina asumiendo la responsabilidad del fracaso de la política de empleabilidad y no el Estado.
El trabajo de campo, evidencia que esta forma de intervención social a través de herramientas de empleabilidad para la política social, no ha sido exitosa, pues refleja la reducción del individuo a una forma de capital devaluada y excluida al mundo del trabajo informalidad, hallando casos en que grupos familiares excluidos ven como alternativa la transformación de su conjunto familiar en una unidad económica, para poder garantizar en la informalidad la subsistencia de su grupo. Esta es la realidad del empleo, la cual no presenta alternativas alentadoras frente al fracaso de la política de empleabilidad en Colombia.
Por lo anterior, éste documento se presenta en cuatro capítulos: el primero busca un acercamiento teórico al concepto de empleabilidad y cómo éste término, sus-
tentado ideológicamente en la inversión en capital humano y la flexibilización labo- ral, se instala en la lógica de la formulación de las políticas activas del mercado del trabajo en América Latina; el segundo capítulo, presenta las implicaciones que ha tenido el fracaso de la política de empleabilidad en la familia, conduciéndola a cho- ques internos, sobrecargándola de tensiones y responsabilidades, obligándola a ac- tivar formas de apoyo como el uso productivo de hijos menores, apoyo de la pareja, subsidios del estado y formas de generación de ingresos en la esfera de la informa- lidad como pequeñas actividades comerciales de productos y/o artesanías para po- der garantizar la supervivencia de sus miembros.
En un tercer capítulo, se presenta el resultado del trabajo de campo, se concluye que existe mucho capital humano excluido del mercado de trabajo, evidenciando la ineficiencia de esta lógica para el acceso a empleo, y por ende, el fracaso de la política de empleabilidad y su impacto en el debilitamiento de la familia por las te- nues intervenciones Estatales.
Finalmente, en el cuarto capítulo se presentan las conclusiones de la presente investigación la cual evidencia que la política de empleabilidad aún no resuelve el malestar social del desempleo. Ni el fortalecimiento del capital humano ni la flexibi- lización laboral fueron la ecuación correcta para enfrentar el desempleo, compro- bando la ineficiencia de esta lógica para el acceso a empleo, y por ende, el fracaso de la política de empleabilidad y su impacto en el debilitamiento de la familia por las tenues intervenciones Estatales.