Descripción
Este texto lidia con las tensiones entre el trabajo del maestro, su status como intelectual, y la multiplicidad de funciones que han sido asignadas al maestro por las varias concepciones y prácticas de cultura durante los últimos dos siglos en Colombia. El artículo explora los estatutos subalternos del maestro a través del carácter de “aplicador” de conocimiento y fines culturales que son aplicados a través de conocimientos pedagógicos así como proyectos socio-políticos; así, tres matrices pueden ser trazadas para llevar a cabo el trabajo del maestro: la clásica, la moderna y la contemporánea y el artículo muestra cómo –a través de la hibridación– en lugar de la mutua sustitución entre estos tres “modelos”, los maestros han construido una racionalidad en términos de modos de ser y memoria activa de su trabajo. Pero, esto también ha producido un renovado sentido de jerarquía en el trabajo educativo, opuesto cada vez más por instructores y maestros, uno como “teórico” y el otro como “técnico” de instrucción. Así, el artículo propone un nuevo análisis concerniendo los estilos distintivos de la relación “teórico-práctica” que ha inventado el actual semblante del maestro y de la cultura colombiana contemporánea.