Cárdenas y Huertas, educadores y artistas, se sometieron a responder un cuestionario «abierto» (por este mismo hecho bastante compiejo) que les permitiera puntualizar, en un límite de tiempo y espacio(donde ellos eran prácticamente su propio límite) ciertas cuestiones inherentes a su actividad artística y docente en las escuelas de arte, todo dirigido a establecer relaciones entre lenguaje y arte.