Las marcas buscan constantemente un valor diferencial, esto hace parte de su proceso de evolución. Junto a eso las redes sociales sumergen a la sociedad en un mundo competitivo y es allí cuando las marcas buscan ser cada vez más humanas, involucrándose en lo que para sus clientes y su entorno es relevante. Esto les da la opción de mantenerse notorias y no morir en el olvido. En este trabajo se hace un análisis de una problemática que es de interés de la marca para luego convertirlo en su propósito, dándole un diferencial frente a la competencia y punto de conexión con sus clientes. El discurso de odio es una problemática que a raíz de las redes sociales tuvo un medio de libre circulación, esto genera preocupación, pues los efectos de los discursos de odio tienden a ser muy graves, sobre todo cuando no hay ningún tipo de control o regulación legal. Es por esto por lo que el cambio debe ser concebido en un primer desde la comunicación, debe existir conciencia sobre lo que se plasma en redes y como esto puede llegar a afectar a quien lo lee.