A partir de los años ochenta, la literatura coreana, bajo la denominación de la "literatura del pueblo", comienza a resolver el conflicto literario que ha existido durante todo este siglo. Esta literatura entiende el concepto literario no como una relación de oposición entre la literatura pura y la comprometida, forma y contenido, universalismo y coreanismo, sino como una relación conexional y complementaria de los dos conceptos contrarios.