No hay duda que la problemática social de Bogotá en áreas tan sensibles como el acceso a servicios básicos, está estrechamente ligada al alto desempleo, proliferación de sub empleo y autoempleo de baja productividad, escaso valor añadido entre otros, lo que conduce a ingresos de subsistencia, por lo que se generan fuertes restricciones en el acceso a bienes fundamentales que no solo tienen impacto negativo en la calidad de vida, sino que atenta contra los derechos fundamentales de cientos de familias de la ciudad, que no en todos los casos encuentran en el asistencialismo una forma de mitigar las carencias a las que se ven abocados.