Bien sabemos que los atentados terroristas del 11 de Septiembre han sido uno de los más grandes y relevantes de toda la historia de la humanidad, no obstante la relevancia de este hecho no solo radica en la gravedad de las personas damnificadas, sino también en el impacto que tuvo este para los Estados y las relaciones internacionales. Básicamente, este suceso marco un punto de inflexión en la historia del mundo entero, se dio inicio a la guerra contra el terrorismo y los Estados se vieron en la necesidad de reconfigurar sus políticas de seguridad nacional para poderle hacer frente a las amenazas ya existentes y aquellas que pudieran surgir en un futuro. En consecuencia, Estados Unidos tomo la decisión de reestructurar los métodos de interrogación de aquellas personas que eran sospechosas de pertenecer a grupos terroristas (combatientes ilegales), no obstante, aquellos métodos no estaban del todo ligados a la óptima aplicación de la constitución estadounidense y además suponían graves violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional, razón por la cual presidente Bush y su gabinete se vieron inmersos en un sinfín de críticas, dejando en duda cual era el verdadero objetivo detrás de estos nuevos métodos. En vista de esto el desarrollo del trabajo estará enfocado en entender y evidenciar los efectos que supusieron la implementación de estos nuevos métodos de interrogación severos para la constitución estadounidense y el derecho internacional, identificando paralelamente la efectividad de estas prácticas y entendiendo la consecuencia que supone este hecho para el escenario internacional.