Descripción
Con la idea de sustituir los intermediarios rurales el DRI ha promovido la gestión de proyectos de mercadeo por parte de campesinos y otros grupos sociales regionales. En una primera etapa (1976-1981) se incentiva la creación de pequeñas asociaciones de campesinos, de reducido cubrimiento, las cuales en términos generales fracasaron. Posteriormente (1982-1986) el programa se centró en la promoción de cooperativas para operar proyectos de alcance regional. La pretensión de forzar negociaciones de las cooperativas campesinas con otras empresas para potenciar la capacidad de gestión y llegar al cubrimiento regional resultó traumática y fracasada en la mayor parte de los casos. Entre tanto la promoción misma de las cooperativas constituye el mayor acierto de esta política: actualmente el DRI tiene relaciones con 163 cooperativas rurales, la mayor parte creadas por el mismo DRI. El modelo cooperativo impulsado por el DRI ha centrado la atención en los aspectos gerenciales produciendo un abandono de la relación de las entidades y los núcleos básicos de las cooperativas de su base social-rural, lo cual constituye un obstáculo técnico esencial para la gestión de proyectos en el marco de las posibilidades de gestión de las cooperativas. En los últimos años el DRI concentra sus energías en el diseño y debate nacional y regional de la viabilidad de alternativas regionales de mercadeo de amplio cubrimiento gestionadas -nuevamente- por cooperativas campesinas y otras empresas y entidades, con criterios de mercadeo privado, relegando a un segundo plano el necesario trabajo de promoción y consolidación de los proyectos y las cooperativas realmente existentes.