Planteo la fantasía de habitar un animal, conmemorando los que me han resguardado y han sido hogar a lo largo de mi vida, sustituyendo los vínculos familiares que desde la infancia se me negaron. A la vez juego entre el sentido metafórico de protección y refugio que ellos significan para mi y, el sentido literal de la anécdota en la que salvan la vida de mi mamá siendo bebé. llevándola a dormir por unas horas entre el vientre que aun guardaba el calor de una vaca recién sacrificada, viviendo ambas relaciones desde las entrañas, físicas y del alma.