El crecimiento descontrolado de Bogotá generó un déficit de servicios urbanos en las zonas económicamente más desfavorecidas de la ciudad. Según el POT del 2000 deben reforzarse las centralidades distribuidas en Bogotá, haciendo de ellas referentes urbanos de servicios, actividades económicas y focos de conexión de la ciudad que permitan frenar el proceso de desplazamiento de las actividades de carácter central hacia el norte.
Con esta premisa, el trabajo de grado analiza las diferentes localidades desde puntos concretos con déficit de calidad de vida urbanística, señalando la localidad Usme y la centralidad Eje de integración Llanos / Nuevo Usme, la cual presenta un déficit cuantitativo y cualitativo de transporte público, falta de planificación vial (mal estado y dimensiones de las vías), intervención errónea del hombre en la naturaleza y contaminación ambiental.
En consecuencia, se formula una centralidad que se corresponda con las necesidades del sector y de respuesta a las mismas, la cual se denomina centralidad urbano – rural de servicios y se desarrolla a través de propuestas urbanas de escala urbana, zonal, local y la barrial y se rige a partir de cinco directrices:
• Proponer la localización de servicios y recursos urbanos vinculados con el sur de la ciudad.
• Plantear las actividades económicas de dimensiones urbanas y rurales próximas.
• Proyectar la localización de equipamientos de escala urbana.
• Mejorar la movilidad de la zona complementando la malla vehicular y las rutas actuales de transporte.
• Articular el sector por medio de una propuesta de espacio público ligado a una red ambiental