Descripción
El discipulado o seguimiento de Jesús, ayer como hoy, es un imperativo cristiano que renueva a la Iglesia desde dentro, haciéndola más fiel al proyecto del maestro Jesús y a las búsquedas y esperanzas de los hombres y mujeres de cada tiempo y lugar. La progresiva reflexión que se ha venido dando sobre este particular, en América Latina, tiene sus raíces próximas en los acontecimientos eclesiales de Medellín y Puebla, de donde se inspira el quehacer teológico y pastoral de nuestro continente. Corresponde ahora a Aparecida ser signo transformador a la luz del anuncio y la experiencia de Jesús, que siempre serán una invitación constante a hacer cosas nuevas.