La idea de “vida cotidiana” es tanto un recurso sociológico como interpretativo de las prácticas comunes y ordinarias. El objetivo de este artículo es analizar cómo la idea de “vida cotidiana”, junto con la idea de “barrio”, puede ser un lugar común argumentativo (topoi) que desempeña un papel central en una estrategia enunciativa más comprensible, orientada a la producción de efectos no políticos. Usando la teoría de la argumentación de Ducrot y la etnometodología de Garfinkel como marco teórico, se analiza un corpus de discursos que producen los miembros de una organización barrial para la prevención del crimen en La Paternal, un vecindario de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.