El objetivo de la presente investigación fue evaluar si las diferencias individuales en empatía y angustia personal eran predictores estables de emociones compasivas y si estas emociones a su vez median el efecto de la atribución sobre la propensión prosocial. Hemos formulado cuatro hipótesis que se someterán a prueba por medio de los efectos directos e indirectos entre las variables del modelo. 627 participantes, principalmente mujeres (N = 408), fueron asignados aleatoriamente a una de las condiciones en las que manipulamos la atribución de responsabilidad (incontrolabilidad x controlabilidad). Nuestros resultados corroboraron total o parcialmente las cuatro hipótesis, indicando que la empatía es un predictor estable de emociones compasivas y que estas emociones mediaron el efecto de la atribución sobre la propensión prosocial. Es importante destacar que encontramos que la empatía fue un predictor aún más fuerte de emociones compasivas en comparación con la atribución que los participantes hicieron. Encontramos evidencias que corroboran el supuesto de que estas medidas de las diferencias individuales prosociales pueden predecir la tendencia a experimentar emociones compasivas en diferentes situaciones y concluimos que la comprensión de los procesos de toma de decisiones y de atribución prosociales subyacentes a las situaciones prosociales debe tener en cuenta las diferencias individuales como antecedentes de emociones compasivas.