Este trabajo de grado se genera a partir de la necesidad de buscar respuestas ante las problemáticas sociales, urbanas y físicas que afronta la prostitución hoy en día en la ciudad de Bogotá. La importancia de desarrollar este trabajo nace por medio de una sensibilidad ante los problemas que afecta a las mujeres en cuanto a la calidad de vida, la inequidad, la violencia, la inseguridad, etc. La propuesta arquitectónica busca dignificar a la mujer por medio de oportunidades y un trabajo participativo que permita crear estrategias de transformación por medio de un trabajo colectivo.
Este proyecto hace parte del Plan de Desarrollo que expone la Secretaría Distrital de la Mujer y la Casa de Todas (2018) frente a esta problemática, estas dos instituciones desarrollan procesos, programas y acciones para la reconstrucción y la resignificación de la vida de las mujeres, entendidas en el ámbito material de acceso a oportunidades de educación y empleo.
La comunidad de Religiosas Adoratrices cuenta actualmente con un proceso de desarrollo para las mujeres que incluye la capacitación, la atención psicosocial y un reintegro laboral. Con relación a esto se hace un trabajo participativo para lograr entender la realidad de las mujeres y la sensibilidad de ellas frente a el espacio en el cual realizan estas actividades. Esta comunidad se encuentra localizada en el barrio veinte de julio, Bogotá.
Para lograr un acercamiento y un entendimiento a la problemática existente se hace la búsqueda de fundaciones que trabajen y propongan mecanismos para ayudar a las mujeres. Con base a esto, se encuentra la comunidad de Religiosas Adoratrices, ubicada en el barrio veinte de julio; actualmente esta comunidad desarrolla unos programas de atención, capacitación y producción para orientar y acompañar a las mujeres en el fortalecimiento personal y colectivo.
La comunidad cuenta con una problemática que dificulta el desarrollo de estas actividades, ya que carece de espacios propicios y dignos para las mujeres. El proyecto arquitectónico busca dar solución a esta problemática, teniendo en cuenta los programas de capacitación y producción que se llevan a cabo en la comunidad, y con una propuesta conceptual de Max Neef, que se basa en las necesidades humanas del hacer y el estar para dignificar a la mujer a través del espacio.
La propuesta arquitectónica busca fortalecer y promover la integración de la mujer por medio de cuatro fases principales: 1) la acogida y la atención, 2) la capacitación, 3) la promoción laboral a partir de la producción y 4) la reconstrucción de un tejido social con toda la comunidad. El diseño arquitectónico de este equipamiento implementa la gestión, la tecnología y una propuesta ambiental.