La hermenéutica bíblica en el mundo de lengua hispana ha estado dominada por un paradigma de conocimiento objetivista que postula un lector desinteresado y universal. La crítica poscolonial, al incorporar las aportaciones recientes de la filosofía posestructuralista, propone una nueva óptica que cuestiona algunos presupuestos metodológicos-ideológicos de los modelos tradicionales, permite avanzar intuiciones de las hermenéuticas de la liberación y establece un nuevo espacio de diálogo interdisciplinar en el ámbito académico (estudios de minoría, étnico-raciales, queer, o de género) y culturalmente variado en el ámbito geopolítico.