La indagación de los textos consultados, junto al trabajo practico arrojó un resultado que permite realizar la constatación de que efectivamente en el ser humano existe de manera innata el potencial religioso y las bases de la organización neuronal; una vez que la persona entra en contacto con practicas espirituales en ambientes preparados, estas dan lugar al desarrollo de la inteligencia espiritual. Desarrollo que puede sucitarce desde la primera infancia.