El manejo social del riesgo, nuevo marco conceptual de protección social presentado en 2000 por el Banco Mundial, no significa un cambio de orientación de la política social ni del papel del Estado. Insiste en la inserción de lo social a la lógica del mercado, reafirma la acción gubernamental como opción cuando mercado y familia fallan e introduce como actores fundamentales de la política social a los individuos y sus comunidades. Su mayor debilidad es que ignora condiciones estructurales que imposibilitan concebir lo social bajo la lógica del riesgo, como la existencia de dotaciones iniciales en extremo desiguales entre la población. También es desfavorable el hecho de considerar estrategias de supervivencia de los individuos y los hogares como herramientas válidas para el manejo del riesgo. No obstante, propuestas como la visión holística de las causas de la pobreza y la correspondencia entre intervenciones y riesgos, son útiles en la formulación de las políticas que el país reclama.