En este trabajo de investigación se hace un análisis de la relación que tiene la religión católica como medio para el reconocimiento de la dignidad de la persona, y establecer puntos de encuentro entre la discapacidad, la educación y la religión católica, utilizando un enfoque cualitativo que facilita visualizar opciones en pro de la transformación social para los niños, niñas y adolescentes con capacidades diferentes de 8 a los 16 años del Instituto Julián Mendoza Guerrero que han sido aislados o discriminados; se emplea como instrumento la cartografía social, que permite mapear por medio de dibujos los lugares y actores donde se sienten acogidos o discriminados. Los resultados obtenidos demuestran que la mayoría de los estudiantes se sienten discriminados e incomprendidos en las instituciones educativas, en sus hogares y la iglesia; sin embargo los padres de familia sí identifican la iglesia como un lugar privilegiado para reposar las cargas del día a día. Por tanto se concluye que la cartografía social, es una excelente herramienta diagnostica que facilita identificar y prevenir factores de riesgo y de discriminación para cualquier población. Se requiere de humanización para dejar a un lado los estigmas hacia las personas con capacidades diferentes, sin humillar, juzgar y discriminar, permitiendo así la inclusión de ellos a los ambientes sociales.