Frente al desarrollo del Siglo XX que ha convertido al hombre en técnica y a la técnica en hombre, el presente artículo pretende mostrar la necesidad de recuperar los valores del humanismo clásico como un medio para integrar el conjunto de las ciencias actuales en una perspectiva plenamente humana. El autor presenta en una rápida pero penetrante visión el desarrollo del humanismo clásico, desde la ruptura socrática que centró la reflexión teórica en los valores intelectuales y morales, hasta su máxima expresión, en el Renacimiento, cuando el humanismo se equipara al desarrollo pleno y libre del individuo. Partiendo de la concepción de la vida que legó la Grecia clásica, basada sobre dos pilares fundamenta/es: el racionalismo y la belleza, señala aquello que hace a los griegos dignos de nuestro tiempo: sus realizaciones intelectuales, científicas, filosóficas, estéticas y literarias. Esta ignorancia del verdadero contenido del humanismo clásico lo que determina su rechazo en nuestros días.