Descrição
En el contexto de la situación ecológica actual, marcada por el signo del Antropoceno y bajo un interés político y estético, la investigación se dirige a pensar el mundo de los animales no humanos en tanto modos de conocer, sentir y habitar. Para ello, se establecen algunas ideas acerca de las relaciones de comunicación e información que constituyen los mundos circundantes (Umwelt) de dichos seres, a través del análisis del papel de los afectos, los signos y las imágenes. En este sentido, se realiza una incursión filosófica donde la vida se piensa a partir del comportamiento y sus formas expresivas, es decir, en tanto movimientos e imágenes. En esta línea, se afirma la existencia, en el modo de proceder etológico contemporáneo inspirado en Uexküll, de una forma latente de imaginación cinematográfica que resulta central en términos epistémicos y ontológicos, en relación con los modos de existencia de los animales. En este contexto, la investigación asume la tarea de conocer el mundo animal a través de las indicaciones epistemológicas de Gilbert Simondon, en donde conocer implica individuar en el propio pensamiento aquello que se conoce: aquí es central conocer la individuación del mundo circundantes de los animales a partir de una imaginación filosófica, científica y cinematográfica. Desde este punto, se propone pensar un tipo de concepción biológica del mundo a partir de la construcción del concepto de textura imaginal, que señala un tipo de consistencia de los cuerpos animales, que sirva como su base ontológica y estética. Para este objetivo, se defiende la existencia en la filosofía de Gilles Deleuze de un vínculo determinante entre etología y cine, que aparece cuando se sigue una ruta en doble vía presente en su filosofía: podemos dirigirnos al dominio de la vida animal como quien entra a una sala de cine, en este caso la biosfera se presenta como una película colosal, un gran montaje de interacciones; pero también, podemos dirigirnos al cine como quien se pregunta por el comportamiento de las imágenes, tal como si se tratara de animales. Asistimos a la vida como teóricos del cine y al cine como etólogos de la imagen. De esta forma, cuando la vida de los animales se presenta como imagen y la vida de las imágenes como animales, aparecen dos campos de investigación que denominaremos etología cinematográfica o etología de las imágenes y cinematografía etológica. Estos campos se presentan como vías regias para la comprensión de la textura imaginal, afectiva e informática del mundo de los animales, al tiempo que nos revelan los comportamientos de las imágenes, los afectos y los signos en las relaciones de comunicación en los diversos entornos vitales. La investigación aborda el problema de la individuación biológica en confrontación directa con la corriente de la biología ecológica y evolutiva del desarrollo (eco-evo-devo); el problema de las subjetividades zoológicas en diálogo con ciertos autores de la neurociencia y su modo de existencia en tanto imágenes; así como la identidad bergsoniana entre imagen y materia, para una recomprensión de la idea de metacine en relación con la naturaleza. Al final se proponen dos categorías para estudiar el mundo animal: la imagen- animal y el animal-imagen. Aquí está en juego la defensa de un núcleo estético en la etología de tipo cinematográfico, que se muestra como reservorio de potencias para pensar maneras de entablar convivencias más inteligentes entre mundos circundantes, siguiendo el gesto abierto por el Apoyo muto de Kropotikin.