El sistema internacional actual presenta un escenario interdependiente ideal para la actividad internacional de las ciudades y regiones, fenómeno denominado paradiplomacia, que cada día ocupa un lugar más significativo en el contexto académico. En este escenario, las ciudades chinas han interactuado con sus similares, en un proceso que ha tomado mayor relevancia con las reformas impulsadas por la República Popular China desde 1978. De ahí que el objetivo del artículo es demostrar que las diferentes actividades de gestión internacional realizadas por las unidades subnacionales chinas han generado que la paradiplomacia sirva como elemento complementario a las estrategias de poder blando de la política exterior del gigante asiático. El aporte del artículo es evidenciar que las ciudades chinas son actores de la política exterior del Estado y serán cada vez más representativas, no solo por sus dinámicas internas de consolidación urbana, crecimiento económico y desarrollo social, sino por el papel que se les ha dado desde el Gobierno central en el proceso de reemergencia de China como potencia global.