Descripción
Partiendo de la definición que nos dice que identidad significa pertenecer a y formar parte de, constatamos que ésta es un fenómeno social absolutamente dependiente de la relación con otros. A diario estamos provocando y estamos obligados a producir procesos identificatorios. Al dar nuestro nombre, estamos diciéndole a los demás quiénes somos; mostrando nuestra identificación, nuestra foto o las huellas digitales, estamos dando pruebas de nuestra existencia. Paralelamente, la identidad como necesidad imperante de reafirmación no siempre es pacífica.