En el año 1871 Colombia inició un proceso para la apuesta hacia el crecimiento de un país al dar inicio al primer ferrocarril de la nación. Un Ferrocarril que conformara y unificara un territorio variado y diverso. Aunque esta meta no se cumplió es su totalidad si se llegó construir una parte significativa del trayecto. Dentro de este se encuentra el Tramo Suesca - Chiquinquirá, un tramo que hoy, debido al desuso, se ve deteriorado y menoscabado tanto física como simbólicamente. Es por esta razón que se propone una serie de acciones que revivan la memoria perdida del tren y que a su vez originen un sistema de apoyo para el fortalecimiento de las tradiciones, costumbres, economías y saberes locales de la ruralidad colombiana. Un sistema que utilice como base el trazado de la línea férrea, sus nodos (o estaciones) y sus diferentes conectividades con pequeños cascos urbanos e infraestructura vial para dar el apoyo necesario para volver a unificar y consolidar las economías locales.