La violencia, la guerrilla, el narcotráfico, la impunidad, la corrupción y la pobreza no han vulnerado el orden social, este se ha mantenido. Es mucho más envolvente que el Estado, lo antecede y le sobrevive. El Estado es débil, pero el país existe. Para mostrar lo enunciado, se han tomado como casos de estudio a las Milicias Populares de Medellín durante el periodo de 1985 - 1993 y al Ejército de Liberación Nacional entre 1964 y 1994.