Este trabajo pretende revisar el concepto de nacionalismo etnocéntrico aplicado por algunos autores al caso de Israel, desde su nacimiento como pueblo hasta la pérdida total de su autonomía en 135 d.C. Mediante textos religiosos y estudios históricos, se pretende demostrar que el nacionalismo de este pueblo no estaba basado en el liderazgo supremo de un sumo sacerdote, pues existían tres poderes –profético, sacerdotal y político–, de los cuales el primero fue el de mayor peso moral por cuanto corregía a los otros dos. En algunos períodos, el poder sacerdotal y el político fueron ostentados por la misma y única persona, aunque se trataba de campos de actuación separados.