La legislación sobre cláusulas abusivas, dispuesta para restablecer el equilibrio contractual ante asimetrías en las relaciones negociales, se ha concebido en Colombia desde dos perspectivas o regímenes distintos en atención al sujeto cuyos intereses se protegen. En ese sentido se distingue un régimen general, compuesto por el ordenamiento jurídico en consonancia con los principios generales del derecho y las reglas de interpretación contractual, que propende por salvaguardar los intereses de
las partes involucradas en cualquier contrato, con independencia de la naturaleza de la actividad económica de que se trate; y un régimen especial, integrado por las normas específicas de protección a los consumidores, cuya aplicación dependerá de la cualificación (de consumidor) del sujeto protegido. El efecto jurídico ante la inclusión de cláusulas abusivas en el tenor de los contratos varía según el régimen a aplicar puesto que el legislador se ha ocupado de proveer un marco normativo proteccionista
en lo referente a las relaciones de consumo (Régimen especial), contemplando como sanción la ineficacia de pleno derecho, mientras que en el régimen general es necesario acudir a la jurisdicción para que se declare la nulidad.