La expansión de MTV y de los videos musicales a nivel mundial se ha presentado como evidencia de la globalización de los mercados internacionales y de su supuesta homogenización estética. Desde sus inicios en los años 80, con su punto más alto en los 90s y ahora con su transformación en la era de YouTube, el videoclip se ha catalogado como el referente estético de toda una generación. Sin embargo, más allá de clasificarlo como un producto rápido, delirante y espasmódico, se le ha anunciado como la esencia misma de esta nueva cultura globalizada, sin un reconocimiento específico de sus características estéticas. Es en ese punto donde hacemos nuestro aporte. A través del presente artículo presentamos una matriz de análisis para estudiar las características estéticas de los videos musicales. Para hacerlo nos adentramos en debates estéticos sobre las relaciones entre imagen y sonido, asumiendo la canción como el texto subyacente que motiva una construcción audiovisual que la complementa. Aunque el producto final pueda resultar en solo una gran estructura en la cual se clasifiquen distintos productos, sirve como herramienta para evitar generalizaciones sobre el contenido audiovisual. En futuras propuestas de análisis, valdría la pena ver reflejado un acucioso uso de estas categorías que sirvan para complementar argumentaciones sobre el impacto cultural de los videoclips en estéticas internacionales. Ofrecemos, de este modo, una herramienta para mejorar, que nos permite escapar interpretaciones genéricas, aportando rigurosidad a la búsqueda estética.