No solamente se ha contado dentro del llamado "corpus paulinum", sino que desde muy antiguo la carta a los Colosenses se transmitió como carta de San Pablo. Desde comienzos del siglo 11 se puede hallar este testimonio. Marción la enumeraba dentro del apostolos; el llamado Canon de Muratori la menciona entre las cartas escritas por San Pablo: "ad Colossenses quarta"; escritores eclesiásticos antiguos como san Ireneo, Clemente de Alejandría, Tertuliano, Orígenes, Justino, al citarla la consideran de origen paulino.