Description
En las últimas décadas el análisis e interpretación integrada de conceptos como la acción colectiva, el capital social y el cambio institucional han abierto el campo del análisis de los sistemas socio-ecológicos como unidades analíticas integradoras de las dimensiones sociales y ambientales, así como las relaciones continuamente conflictivas entre estas esferas. Esta posibilidad de nuevas unidades analíticas híbridas ha servido para debatir y aprender sobre las formas en las que diversos grupos humanos administran normas, leyes y reglas para el manejo de recursos de uso común. En este sentido, tanto el papel del estado como de organizaciones no gubernamentales y actores externos, está determinado por la complejidad del entorno social, cultural, ambiental y económico de un territorio o de los sistemas socio-ecológicos que suceden e interactúan en su interior. La complejidad que trae consigo el manejo y administración de los recursos naturales dentro de sistemas socio-ecológicos sugiere entonces sistemas de gobernanza más sofisticados, lo cual en la práctica ha sido entendido como una función netamente estatal bajo modelos externos a las formas locales de manejo. Es por ello, que tratar de gobernar un recurso complejo, como es el recurso hídrico, es enfrentarse a diferentes tipos de incentivos, que en muchas ocasiones complican los esfuerzos colectivos y dificultan los resultados positivos que se proponen en las intervenciones socio-ambientales.