El conflicto armado en Colombia ha afectado negativamente los territorios del país en dimensiones: sociales, políticas, económicas y culturales, sin embargo, cuando los sucesos violentos ocurren en una comunidad indígena su incidencia es mucho más significativa y sus consecuencias permean el territorio y los lazos familiares. Las afectaciones de la guerra en un territorio indígena son de gran magnitud debido a la evidente ausencia de instituciones del Estado. La toma a Mitú por parte de las FARC en 1998 significó la transformación del territorio de la comunidad indígena 13 de junio del área rural del municipio de Mitú, lugar donde se desarrollaron las primeras operaciones militares para iniciar la toma por su ubicación estratégica y en donde se reclutaron a varios jóvenes habitantes de la comunidad. Los relatos de las víctimas ayudan a construir colectivamente la memoria histórica el cual hace parte de una reparación simbólica de las víctimas del conflicto armado, sanando los lazos que se afectaron con relación al territorio, cultura y vínculo familiar, en el marco de la reparación integral.