Description
Cuando se habla de innovación, además de investigación, se hace evidente la necesidad de políticas diferenciales para fomentar tanto los procesos de investigación como los de creación: dos áreas que aunque encuentran grandes similitudes, también tienen grandes diferencias como los métodos y las disciplinas involucradas, entre otras. Esta conclusión se deriva de una reflexión que retrocede en la historia del pensamiento y de las ciencias para entender cómo, poco a poco, estos se fueron dividiendo en distintos tipos de disciplinas. Primero, entre ciencias “duras” y ciencias “blandas”, según su relación con un paradigma único o con varios, que pueden coexistir. Segundo, de acuerdo con su capacidad de aplicación. Tercero, dependiendo de si tenían como objeto de estudio un sistema vivo o no. La diferencia se vuelve más aguda en la actualidad, pues aunque se reconozcan la investigación y la innovación en distintas disciplinas –científicas, humanidades y creativas– cada colectivo de académicos e investigadores se diferencia y jerarquiza en virtud de su grado de cercanía con otras perspectivas propias del área académica, como la docencia, la investigación pura o el servicio.