Descripción
Los mercados de trabajo agrarios han sido tradicionalmente caracterizados como
basados en trabajadores estacionales, con empleos precarios y organizados en
espacios que incluyen áreas geográficas distantes, satelizadas a través de
“enganchadores”. Producciones intensivas en mano de obra muestran que han
surgido nuevas figuras que remplazan al tradicional enganchador. Tal es el caso
de los contratistas de mano de obra temporal. Estos actores cumplen el rol de
vincular oferta y demanda de trabajadores, presentando diversas características
tanto en su trayectoria como en los capitales disponibles y las formas de negociación
entre empresas y asalariados.
Al mismo tiempo también se han modificado las trayectorias de los trabajadores
de la cosecha: en muchos casos no reconocen un origen campesino, tienen ciclos
ocupacionales complejos, con intermitencia de actividades urbanas y distantes,
las redes de amistad y parentesco funcionan como organizadoras informales de la
seguridad social, de la búsqueda de nuevos empleos y del contacto con potenciales
intermediarios - empleadores.