Se trata de plantear que la metafísica sigue siendo necesaria para la fundamentación filosófica. Que las críticas que se hacen son críticas a los contenidos concretos de las ontologías especiales. El camino que sigo es el siguiente: 1. Clarificar qué es metafísica, como fundamento, para distinguirla de la ontología, como lugar de la manifestación del ser-en-el-ente. 2. Explicitar cómo la fundamentación metafísica se manifiesta a través de las ontologías, y como el filosofar es situado, las ontologías también. De modo que —como el ser no se manifiesta inmediatamente en nuestro conocer, sino que su acceso es dificil por ser lo más lejano ala experiencia sensible— se siguen derroteros diferentes en esa explicitación del ser en el ente. Por ejemplo: Para Aristóteles lo más apropiado es la sustancia; para Tomás de Aquino los entes; para Heidegger el Da-sein. 3. Mostrar que las críticas a los contenidos de las ontologías concretas no alcanzan a invalidar la necesidad de la fundamentación metafísica, sino, al contrario, la exigen con más urgencia.Para esta reflexión me he basado fundamentalmente en textos de Aristóteles, Tomás de Aquino, Kant y Heidegger.