Partiendo de una concepción de la existencia humana como el proyecto de llegar a ser lo que se quiere ser, este artículo explora la relación de protección-expresión que vincula a los constructoreshabitantes con sus hogares. Esta condición de proyecto se origina en la noción lacaniana de estadio del espejo, movimiento inicial de expansión que va de la fuerza íntima del yo a la imagen del cuerpo y luego a la apertura en el mundo. Ya que nacen expresando la existencia, las casas autoconstruidas por etapas, tan presentes en las ciudades de América Latina, sobre todo en los sectores marginales de las ciudades, mantienen su carácter de proyecto y por eso mismo de índices del momento de la existencia de sus habitantes. Asimismo, como ejercicio profesional de la creatividad y de la sensibilidad, la práctica artística es asumida como laboratorio de experimentación de tácticas productivas y a la vez como herramientade visibilización de las fuerzas vitales depositadas en la vivienda autoconstruida y comúnmente pasadas por alto por los estudios institucionales que tienen injerencia sobre sus derechos.