La muerte en nuestra sociedad sigue siendo un tabú, en las últimas décadas los procesos de morir han cambiado significativamente, lo que hace que la reacción de las personas ante este hecho también allá cambiado. Con el aumento de calidad de vida viene el aumento de enfermedades relacionadas con la edad, siendo una de ellas el cáncer, esta enfermedad ataca algún órgano en la persona y es, hasta el día de hoy, sinónimo de muerte.
Al conocerse un diagnóstico fatídico empieza para el enfermo, y para la familia, un proceso de duelo anticipado, tema principal de este proyecto. El duelo anticipado es entonces un proceso en el cual se empieza a asimilar la pérdida de la vida o de un familiar, mientras la persona sigue con vida. Este tipo de duelo es para muchos un cierto alivio, puesto que brinda la posibilidad de despedirse y solucionar asuntos pendientes, aunque esto no lo hace menos fácil. Incluso puede ser más difícil puesto que se suele desarrollar a la par de un tratamiento que puede elevar las esperanzas de vida, solo para dejarlas caer nuevamente.
El duelo se compone de varias etapas, que pueden variar en forma de aparición, duración e intensidad en cada sujeto, y pueden vivirse en el duelo anticipado. Las más conocidas son las planteadas por la doctora Elisabeth Kübler-Ross: shock, negación, negociación, ira, depresión y aceptación. Estas etapas son utilizadas en este proyecto como una especie de camino del héroe para la ficción realizada.
Este proyecto tiene un carácter personal, puesto que el motor de este es la experiencia vivida con la pérdida de mi abuelo y mi familia es la principal inspiración para los personajes y situaciones planteados en el cortometraje.