Referirse a una historia de la sexualidad y a las formas como ésta se ha vivido en tiempos y lugares distintos, implica partir de un principio fundamental: la sexualidad es un hecho cultural. A partir de este principio, el artículo explora los principales problemas de la evolución de la homosexualidad partiendo de los principios que sentó el desarrollo del cristianismo primitivo dentro de la experiencia de la Antigüedad tardía. A continuación, se explora la evolución del discurso doctrinal y los comportamientos «sodomíticos», término medieval, para observar sus cambios especialmente en los siglos XII y XIII, época en los que se definió una postura intolerante frente a la diferencia sexual. Aunque con actitudes e interpretaciones distintas debido ai proceso de encuentro europeo con culturas indígenas y africanas que concebían la sexualidad de manera distinta, la cristiandad sostuvo sus posiciones heredadas del mundo medieval. Sin embargo, en las colonias el castigo del pecado-delito contra, natura, dependió de una amplia casuística que, nunca tan drástica como se ejecutó en Europa. Discurso y práctica, en la historia de la cristiandad, definieron el espacio desde el cual hoy nos podemos preguntar por el qué es y cómo se formó el ideal occidental del ser mujer y hombre. En otras palabras, la sociedad cristiana definió cómo debía ser el comportamiento sexual, al mismo tiempo que estableció los parámetros sobre los cuales se articularon las relaciones de género.