Al nacer las organizaciones internacionales, éstas se convirtieron en un elemento esencial de las relaciones internacionales de los estados y demás integrantes de la comunidad internacional. Lastimosamente estas se subestiman al ver cómo están siendo amenazadas por sus mismos creadores y a la vez destinatarios; los estados. El reiterado desacato de las decisiones de las instituciones para la administración de justicia de las organizaciones internacionales se ha convertido en una epidemia que amenaza el sistema de gobierno internacional como consecuencia de la deslegitimación que implica la ineficacia de los acuerdos y decisiones judiciales que hacen parte de estas organizaciones.