El acto de tejer en la comunidad indígena Emberá Chamí es, por tradición, un mecanismo de transmisión y herencia cultural; sin embargo debido al desplazamiento forzado, los indígenas se ven obligados a utilizar el objeto tejido como medio para la solvencia económica. La poca comprensión del objeto por parte del individuo de ciudad se traduce en una pobre percepción de valor y una subsecuente dificultad de la comunidad para lograr la retribución económica suficiente, acentuando las condiciones de pobreza y marginalidad a las que se enfrentan.
En este proyecto se desarrolló una experiencia sonora y empaque, como medio para detonar una revaloración, no solo monetaria sino también cultural, del tejido de mostacilla Emberá en la ciudad. Se tomaron como bases conceptuales el diseño narrativo, emocional y experiencial, que demostraron ser herramientas poderosas para la mediación entre culturas y visiones de mundo distintas, y para la asignación de un mayor valor a los objetos.
La población objetivo de este proyecto fueron 15 miembros de una de las comunidades Emberá Chamí en Bogotá, junto con los cuales se desarrolló parte del diseño, y la estrategia de implementación.