Descripción
La naturaleza socio-históricamente construida y compartida del conocimiento y de la subjetividad que el construccionismo social parece haberse arrogado en propiedad, forma parte de la historia de la ciencia social. Por otra parte, la crítica al modelo causal-mecanicista como única fuente de conocimiento, que el movimiento construccionista considera una de sus principales aportaciones epistemológicas, se remonta nada menos que a Kant. La verdadera aportación del construccionismo social ha consistido en suprimir la experiencia como fuente del conocimiento y de la subjetividad, negar la existencia de una realidad externa al sujeto, mantenerse ontológicamente mudo frente a ella, y desconfiar de la posibilidad de cambiarla. Parece evidente que sobre estos cimientos no es posible, tal y como se ha pretendido, construir una Psicología social crítica. Frente a ella, y en sus antípodas, el realismo crítico de Martín-Baró parte de la existencia de una realidad objetiva cuyas injusticias y miserias denunció de manera insistente, se vale de métodos cuantitativos para analizarla, la estructura social es su marco de referencia preferido a la hora de estudiar las diversas modalidades y manifestaciones del comportamiento humano, no renuncia a la existencia de verdades parciales y socio históricamente situadas, y define como objetivo de su quehacer teórico el cambio social.