Las ejecuciones extrajudiciales en Colombia, conocidas públicamente a través del escándalo de los llamados ¿falsos positivos?, han sido desarrolladas de forma sistemática, metódica y planificada hacia sectores sociales vulnerables. Este fenómeno ha cobrado un gran saldo de civiles asesinados con implicación de agentes del Estado, específicamente, la Fuerza Pública, para luego mostrarlos como combatientes de la guerrilla dados de baja. Estas dinámicas se dieron bajo el marco de la política de la ?Seguridad Democrática? la cual exigía resultados en la lucha contra el ?terrorismo? otorgando incentivos tanto económicos como simbólicos por dichos resultados. En el 2008 se hizo evidente a la luz pública los mencionados crímenes que estaban concentrados una ubicación geográfica: Soacha, gracias a las denuncias de los familiares de los jóvenes asesinados arbitrariamente. Pese a la lucha insistente de las madres y las denuncias públicas realizadas por organizaciones no gubernamentales, estas violaciones a los Derechos Humanos permanecen en la impunidad y padecen de evasión penal de los culpables ante la ley, por ausencia de procesos jurídicos efectivos que condenen los casos como un problema institucional y no un asunto de personas criminales aisladas. La presente investigación tiene como objetivo describir las luchas de las victimas contra la impunidad y olvido manifestadas en la narrativa de tres historias de vida de familiares de falsos positivos de Soacha y ver cómo estas pueden ser representaciones de micro acciones colectivas que contribuyen a la construcción de la paz a partir de la memoria histórica.