A partir de un relato personal, mi experiencia con una piscina en particular, planteo la piscina, como un espacio que oscila entre el No lugar y el Lugar constantemente, que se mantiene cambiando entre una esfera para la “recocha” y una zona de reflexión e introspección personal. Sin importar la relación que cada persona haya desarrollado con este espacio y como la haya asumido, pues desde la experiencia parte como se asume cualquier lugar, este termina siendo un “sitio usado”, una caja de recuerdos. Con esta visión que creo de la piscina, comienzo a relacionarla con la cultura visual a la que estamos sujetos desde la cultura popular del verano y el descanso, como se experimenta este espacio acuático que sale de observaciones realizada por algunas salidas de piscina y una taxonomía de los tipos de piscina que refleja no solo una dualidad de la piscina y el espacio, si no una dualidad humana que se almacena en este espacio.