El autocuidado es una de las estrategias de intervención que mayor impacto tiene en el mejoramiento de las condiciones de salud de la población en general; en oncología es fundamental en cuanto permite, en población sana y en pacientes, incorporar prácticas de autocuidado para modificar estilos de vida y así disminuir la posibilidad de ocurrencia de cualquier tipo de cáncer, lograr diagnósticos más oportunos, manejo adecuado de los efectos derivados de los tratamientos, y afrontar esta patología por parte del paciente y su familia.