En una época donde la práctica médica se enfrenta a crecientes expectativas de los
pacientes y la sociedad, progresión en los costos del cuidado de la salud y
cuestionamientos cada vez mayores sobre el juicio profesional y la ética de los
médicos, la preocupación por la futilidad surge como una muestra de la necesidad de
establecer parámetros frente a los cuales evaluar algunas intervenciones médicas
consideradas altamente cuestionables. Pero dado que la futilidad no es un concepto
puramente medico y los datos cuantitativos han mostrado su insuficiencia a la hora
de definirla y resolver las disputas clínicas en las cuales se invoca, es importante
avanzar en propuestas resolutivas que consideren la naturaleza de los valores
cruciales en juego, incorporen elecciones éticas específicas y tengan en cuenta las
concepciones actuales sobre los fines y propósitos de la medicina al definir el papel
de cada uno de los involucrados en este complejo proceso de toma de decisiones.
Este trabajo constituye una aproximación sustantiva frente al problema de la futilidad
en medicina, que considera sus componentes cuantitativo y cualitativo y plantea que
para estimar este último, las capacidades de Sen y Nussbaum como medidas de la
calidad de vida en salud, pueden ser el lenguaje común utilizado entre médicos,
pacientes y sociedad para resolver las disputas clínicas donde se cuestionan el valor real y el beneficio de algunas intervenciones.